La Casa Verda es un edificio diseñado para obtener un elevado aprovechamiento de los recursos naturales.

El Sol ☀️

Usamos la luz solar para alimentar los paneles fotovoltaicos instalados en la cubierta. También aprovechamos la luz del sol para la iluminación interior. Con ella conseguimos iluminar, con luz natural, tanto la planta principal, como la planta inferior (totalmente subterránea).

La lluvia 🌧️

Las líneas orgánicas del diseño exterior dibujan pendientes que permiten recoger gran parte del agua de lluvia y almacenarla en un depósito subterráneo. Una agua que más tarde, nos sirve para el riego de todas las plantas y árboles que residen en La Casa Verda. Del mismo modo, esa misma agua de riego, la que no es retenida por la tierra y/o las plantas, es de nuevo recuperada, almacenada y lista para un nuevo uso. A día de hoy La Casa Verda se autoabastece con la luz del sol y el agua de lluvia.

Desde un principio, uno de los principales propósitos a la hora de diseñar y construir La Casa Verda, era el de intentar crear un edificio que se integrara a su entorno natural (el Parque Natural de la zona volcánica de la Garrotxa). No sólo una simple integración estética. Se quiso crear un espacio lleno de vida. Manteniendo o incluso aumentando la biodiversidad que allí había antes de iniciar las obras.

Rocas volcánicas 🌋

Uno de los elementos característicos de La Casa Verda son las rocas volcánicas. Las rocas se encargan de ‘vestir’ e integrar las paredes y gran parte de los exteriores del edificio. Anteriormente, esas rocas, exceptuando las más grandes y la grava, fueron extraídas del propio terreno. Por ello, al usarlas, no solo aprovechamos sus propiedades constructivas, a su vez, mostramos los ‘tesoros’ que se ocultaban debajo la misma tierra en donde ahora se exhiben. Cabe decir que para nosotros cada roca es única y de gran valor.

Vegetación autóctona 🌱

Asimismo, otro elemento protagonista de La Casa Verda es la vegetación. Al igual que las rocas, la vegetación también la podemos encontrar en prácticamente todos los rincones del exterior del edificio. Lo llenan de vida y del color verde que le da nombre. Entre la gran variedad de plantas que residen en el edificio, la mayoría autóctonas de la zona, podemos encontrar también algunas aromáticas como tomillo, romero, lavanda o menta que, a parte de color y vida, también lo llenan de agradables fragancias.

Líneas orgánicas 〰️

La cubierta vegetal, una cubierta que es, a la vez, ‘útil’ y fácilmente transitable, ha sido diseñada con líneas orgánicas, las predominantes en la naturaleza. Por esa razón, junto con el uso de rocas volcánicas de la zona y de vegetación autóctona, obtenemos como resultado una mayor integración en el paisaje.

En La Casa Verda intentamos fomentar el respeto y el amor a la naturaleza. Nos gusta pensar que hemos construido un edificio con el que es posible mostrar fácilmente los beneficios que se pueden obtener al convivir con la naturaleza.